¿SIGUE SIENDO LA MUJER UNA GRAN DESCONOCIDA?






Es mejor no andarse con rodeos, cuanto antes lo tengamos claro mucho mejor: se desconocen muchas cosas acerca de la sexualidad femenina. Cuesta creerlo, pero la verdad es que ni siquiera existe una versión definitiva sobre cómo son nuestros genitales, o nuestros orgasmos. Hay bastantes lagunas, no pocas dudas, porque apenas se destina dinero a la investigación.
¿Pero por qué esta falta de interés que lleva a la mayoría de mujeres a un desconocimiento total de su sexualidad, de su placer o de sus propios genitales? No nos engañemos, nuestro placer – el de las mujeres –siempre ha sido secundario. Se calcula que los estudios sobre sexualidad femenina llevan entre quince y veinte años de retraso respecto a los masculinos… ¿Sería distinto si para procrear fuera condición indispensable que las mujeres gozáramos de verdad?
No esperes, pues no existen verdades absolutas ni recetas únicas, cada mujer es un mundo. Has de encontrar las tuyas propias y no dejarte engañar por esas falsas creencias de que el sexo es algo espontáneo, no es cierto, y mucho menos lo es para las mujeres. Primero porque nuestra forma de relacionarnos es producto la cultura patriarcal en que vivimos, y segundo, porque no es lo mismo practicar el sexo que disfrutar de él.
Por todo ello, es imprescindible el auto- conocimiento (conocimiento de uno mismo) de la mujer, pensar en nuestra sexualidad y no vivirla sin más con miedo, vergüenza, culpa o insatisfacción. Conocernos es el primer paso para disfrutar con nosotras mismas y con los/las demás. Pues suele decirse que  “La toma de conciencia es el único camino a la liberación”.
Algunas mujeres tenemos miedo: a no gustarles, a no estar a la altura… Otras, sufrimos porque no gozamos, o no lo hacemos como creemos que deberíamos. Algunas renunciamos cuando no pedimos, y les dejamos hacer sin rechistar. Se dice además que algunas fingimos, y no sólo fingen las mujeres que simulan orgasmos por temor a quedar mal, por no herir los sentimientos de su pareja o simplemente “para que él acabe de una vez”. La triste realidad es que casi todas mentimos, sobre todo a nosotras mismas, cuando aceptamos una forma de concebir y practicar el sexo que nos convence menos de lo que querríamos admitir… sino ¿por qué podemos hablar de “echar un polvo” y la palabra “masturbarse” nos saca los colores?, o ¿por qué a tantas mujeres les preocupa más el placer de su pareja que el suyo propio, cuando ellos lo tienen, por lo menos hasta que nos espabilamos (si es que tenemos esa suerte) más fácil que nosotras?.. Éstas y muchas preguntas dan por sentado que hay algo que no cuadra, algo que nos preocupa a muchas mujeres, y debería preocupar de igual modo a muchos hombres… ¿por qué se habla tanto de sexo con lo poco que se sabe de verdad sobre el tema?
Además no podemos obviar,  algo que concierne directamente al placer femenino y que sigue con tantas sombras a su alrededor: ¿Qué es exactamente ese órgano llamado clítoris? ¿El desconocimiento que lo rodea puede estar en relación con el mundo oculto de la sexualidad de la mujer?
El clítoris es la única parte del cuerpo humano que no tiene otra función que la de proporcionar placer. Por eso es tan extraordinario y precisamente por eso resulta inconcebible pensar que las mujeres crean que su sexualidad esté más inhibida que la de los hombres. Ya que en realidad el clítoris esta ahí únicamente para proporcionarnos placer, reacciona prácticamente igual que el pene en cuanto a que recibe un gran flujo de sangre cuando está excitado, se pone muy tenso y comienza a sobresalir un poco, su comportamiento se puede apreciar claramente, y por ello podemos decir que las mujeres también tenemos erección.
¿Cuántas veces hemos oído hablar del clítoris en nuestra infancia? Resulta muy interesante apreciar la falta de sobrenombres que existen para algo como el clítoris. A las niñas se les dice desde bien pequeñitas (como mucho) que tienen vagina. Se habla muy poco de lo que tienen “ahí”, con lo que se refuerza desde el primer momento la idea freudiana de que las mujeres sienten envidia de los hombres al no tener pene.
El clítoris es el tejido más sensible que existe, y en su extremo tiene más terminaciones nerviosas que cualquier otro órgano. Además deberíamos tener en cuenta que en él, las fibras están comprimidas en un espacio mucho muy reducido. Por eso es tan sensible, y a muchas mujeres no les resulta agradable el contacto directo sobre él porque resulta excesivo y prefieren que sea estimulado de forma indirecta.
Éste precioso órgano femenino es bastante más grande de lo que se cree, lo que vemos sólo es una pequeña parte del mismo, mide de media unos 8 centímetros y su tronco sube bajo el capuchón, después se curva y se extienden dos largas raíces que se prolongan a lo largo del hueso púbico. Creando así una zona especialmente erógena alrededor de la uretra y la vagina.
Después de un orgasmo, la mujer no tiene la misma relajación muscular que el hombre, y ése es uno de los motivos por los que las mujeres pueden tener orgasmos múltiples.
¿Entonces por qué muchas mujeres no saben qué es en realidad un orgasmo? Pensemos que, después de todo, la finalidad biológica del sexo no es más que la reproducción, por lo que el clítoris, se deja fuera de estudios, o como mucho, en segundo plano. Tanto es así, que durante muchos años, se ha categorizado a las mujeres según sus orgasmos en: vaginales o clitoridianas, siendo éstas últimas tachadas en muchos momentos históricos de inmaduras o disminuidas sexualmente.
Sin embargo, hoy sabemos que sólo el 30 % de las mujeres tienen orgasmos durante el coito ¿Eso quiere decir que el resto son inmaduras o tienen algún tipo de disfunción?…¿Por qué no se dice simplemente que la penetración no es un medio demasiado eficaz para excitar sexualmente a las mujeres? El denominado “orgasmo vaginal” surge del interior pero sigue siendo una estimulación del mismo sistema nervioso clitoridiano.
Aquí tenemos el mayor ejemplo de que el coito no lo es todo en los encuentros sexuales, pues el clítoris tiene un papel cuanto menos importante para el disfrute de una mujer. Si es así… ¿A qué obedece que las relaciones sexuales casi siempre se limiten a unos minutos de “juegos preliminares” (¿pre- liminar para qué?) el consabido coito y mañana será otro día?
Comencemos a investigar con nosotras mismas, a conocernos, a hacernos visibles. De lo que se trata, en definitiva, es de encontrar nuestra propia voz, la de cada una de nosotras. LA TUYA PROPIA, DESDE TU LIBERTAD SEXUAL.

Fuente: Artículo sección Punto G, Periódico Ideal

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